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La sangre sale disparada, y si no se actúa rápidamente, las consecuencias pueden ser mortales. El diagnóstico generalmente implica un examen físico, una ecografía Doppler y una angiografía para evaluar el flujo sanguíneo y el grado de oclusión. Las personas con diagnóstico difícil pueden elegir CTA o arteriografía. El tratamiento puede incluir medicamentos para disolver los coágulos, procedimientos quirúrgicos como angioplastia o cirugía de bypass para restablecer el flujo sanguíneo.
La Anatomía de la Arteria Femoral
La afección puede provocar isquemia o un suministro de sangre inadecuado, lo que produce dolor, daño tisular y otras complicaciones. El shock hipovolémico y la isquemia prolongada del miembro son inmediatas. La falta de riego sanguíneo ocasiona necrosis muscular (síndrome compartimental) y amenazas de amputación. La infección del vaso reparado o de los grandes hematomas puede conducir a abscesos extensos. La formación de fístulas arteriovenosas y pseudoaneurismas se observa cuando la sutura vascular no cierra bien.
Diagnóstico de la oclusión de la arteria femoral
La arteria es superficial a los músculos aductor mayor y al aductor largo. Tanto el nervio safeno como la vena femoral varían en su localización con respecto a la arteria femoral. El nervio safeno se encuentra inicialmente lateral a la arteria femoral, pero también es encontrada anterior y luego medial al nervio a medida que atraviesa el conducto. Proximalmente, la vena femoral es más profunda que la arteria, sin embargo distalmente se posiciona lateral a la misma. El músculo vasto medial y su nervio están localizados anterolaterales a la arteria femoral. Primero se estabiliza hemodinámicamente al paciente (líquidos, transfusiones) y se comprime o se coloca un torniquete suave si la hemorragia es exterior.
¿Cómo se diagnostica la oclusión de la arteria femoral?
- Principalmente, la fractura femoral se apuñala, y la lesión penetrante durante la guerra también puede lesionarse.
- Las ramas de esta arteria irrigan a los músculos vasto medial y aductor mayor así como a la piel proximal y medial del muslo.
- Ocurren tras fracturas de fémur, heridas punzantes en la ingle o la zona proximal del muslo, e impactos violentos que laceran o comprimen estos vasos.
- La palpación del muslo puede descubrir crepitación de coágulos subcutáneos o un abultamiento pulsátil en caso de pseudoaneurisma.
- El examen clínico evalúa pulsos femorales, poplíteos y distales, la llenura capilar en el pie.
Imagina la arteria femoral como una autopista principal que transporta recursos vitales a las ciudades (en este caso, los músculos y tejidos de las piernas) a lo largo de su Bônus sem depósito Brasil camino. Sin esta autopista, el tráfico (o la sangre) se detendría, y eso podría causar problemas serios. La arteria femoral profunda, también conocida como la arteria profunda del muslo es la rama más extensa de la arteria femoral.
En el vértice del triángulo, la vena se encuentra profunda a la arteria. La muerte por lesiones en la arteria femoral no es un tema que se deba tomar a la ligera. La severidad de la lesión y la rapidez con que se administre tratamiento son factores determinantes. Cuando la sangre deja de fluir adecuadamente, los órganos vitales comienzan a sufrir. En un escenario crítico, la falta de oxígeno puede llevar a un fallo orgánico en menos de 30 minutos.
La angioplastia de la arteria femoral también es una opción pero conlleva riesgos de trombosis o embolización, pudiendo resultar en la pérdida de la pierna afectada. La arteria circunfleja ilíaca superficial es la rama más corta de la arteria femoral. Lateral al hiato safeno, la arteria pasa a través de la fascia lata antes de cursar hacia la espina ilíaca anterosuperior. Al igual que la arteria epigástrica superficial, esta irriga a la piel, a la fascia superficial y a los ganglios inguinales superficiales.
Complicaciones Potenciales de una Lesión en la Arteria Femoral
El material en este sitio está destinado a ser de uso informativo general y no constituye consejo médico, diagnóstico probable o tratamientos recomendados. Identifique el sitio de la lesión de la arteria femoral y guíe el tratamiento quirúrgico. No existe una medida preventiva efectiva para esta enfermedad, la detección temprana y el diagnóstico temprano son la clave para la prevención y el tratamiento de esta enfermedad. En este artículo discutiremos la anatomía y función de la arteria femoral. Los factores de riesgo pueden incluir tabaquismo, diabetes, colesterol alto y estilo de vida sedentario, lo que requiere cambios en el estilo de vida para mejorar la salud vascular.
Ocurren tras fracturas de fémur, heridas punzantes en la ingle o la zona proximal del muslo, e impactos violentos que laceran o comprimen estos vasos. El riesgo primordial es la hemorragia interna (retroperitoneal o intramuscular) y la isquemia distal de la pierna. La actuación precoz con técnicas diagnósticas y reparaciones vasculares salva la extremidad y la vida. A mitad de camino entre la espina ilíaca anterosuperior y la sínfisis del pubis, la arteria ilíaca externa pasa por debajo del ligamento inguinal e ingresa al triángulo femoral para convertirse en la arteria femoral. Esta arteria desciende por el aspecto anteromedial del muslo, para luego atravesar el conducto aductor (conducto subsartorial o conducto de Hunter).
La contusión de la pared de la arteria femoral o la lesión de la lágrima íntima pueden ocurrir debido a trombosis secundaria o vasoespasmo a corto plazo. Disminuir la violencia vial y el trabajo industrial con protocolos de seguridad adecuados reduce traumatismos masivos en el muslo. En deportistas, la técnica y protecciones específicas para disciplinas de alto impacto aminoran las colisiones directas en la cadera. La formación en primeros auxilios con la técnica de torniquete sangrante y activación temprana de los servicios de urgencia propician rescates de alta eficacia. La realidad es que, en casos severos, se puede perder hasta un 40% de sangre en cuestión de minutos.
Intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas
La literatura publica una tasa de amputación entre el 4´7%2 y el 10%5, relacionada en la mitad de los casos con una tardía o inadecuada fasciotomía. El manejo postoperatorio, con un control estricto y cuidadoso de las constantes vitales y de la extremidad, es crucial. Tanto en el ámbito civil como en el militar, las lesiones vasculares de las extremidades inferiores son frecuentes y potencialmente mortales. En condiciones óptimas, las tasas de amputación y de mortalidad se hallan por debajo del 10 y del 4%, respectivamente. Presentamos a continuación un caso de un militar afgano con una lesión con pérdida de substancia de la arteria femoral en el que se consiguió una revascularización inicial con un shunt temporal. Tras ser estabilizado y evacuado al ROLE 2 de Herat, se realizó un injerto autólogo de la vena safena contralateral.
La palpación del muslo puede descubrir crepitación de coágulos subcutáneos o un abultamiento pulsátil en caso de pseudoaneurisma. Además, maniobras quirúrgicas con complicaciones iatrogénicas en procedimientos de ortopedia o endoprótesis de cadera pueden ocasionar lesiones vasculares si no se resguardan adecuadamente los vasos. ¿Alguna vez te has preguntado qué tan vital es el sistema circulatorio para nuestro cuerpo? La arteria femoral juega un papel crucial y, sin embargo, a menudo es desconocida para muchos. Cuando consideramos un evento tan serio como un accidente o una herida abierta, la verdadera importancia de la arteria femoral se vuelve evidente. Imagina perder grandes cantidades de sangre de esta arteria; los resultados pueden ser potencialmente mortales.
En este artículo, exploraremos el tiempo de sangrado asociado a esta arteria y el peligro que vamos a enfrentar si no se maneja correctamente. La arteria descendente de la rodilla es la rama más distal de la arteria femoral, surge proximal al hiato aductor o anillo de Hunter en el conducto aductor. Desciende dentro del músculo vasto medial hasta la cara medial de la rodilla. Las ramas de esta arteria irrigan a los músculos vasto medial y aductor mayor así como a la piel proximal y medial del muslo. Las lesiones vasculares de los miembros inferiores son frecuentes, especialmente si existen conflictos armados. El tiempo transcurrido entre el accidente y el tratamiento quirúrgico es esencial para evitar la amputación del miembro así como un seguimiento postoperatorio continuo.
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